sábado, 13 de diciembre de 2008

Nefasta premonición

- Hola Brian.
- Hola Stacy. Estas muy guapa.
- Gracias.
- ¿Nos vamos? Ha alquilado una limusina.
- Por supuesto, vamos.

Una espesa niebla se extendía por el jardín.

-Que frío hace.
- Sí, hace una noche de perros.
- No digas eso, ¡Qué siniestro!
- Tranquila pequeña - y aprovechado la ocasión, pasó el brazo pr encima de los hombros de ella. Y la apretó fuerte contra él. Esa noche mojaba fijo.
De repente, un aullido a lo lejos y un golpe de viento.

- ¡¿Qué ha sido eso?! - grita él, asustado, sotándose de su chica.
- Solo ha sido un perro, tranquilo...

Esa noche mojaba, pero la cama.

LLegaron al coche. El conductor no estaba.
- ¿Pero dónde coño está este tío? ¡No he pagado para que se largue!
¡Dios!¿Porqué tenía que salir todo mal?

- ¡Sube! Nos llevamos el coche.
- Pero no es tuyo, es del chofer. Eso es robar.
- ¿Subes o no?
- Está bien. Jolín, quiero llegar ya al baile. Seguro que Barbara y Josh estan ya allí.
- Deja de lloriquear como una nena.
- ¡Es que soy una nena! El que no debería lloriquear eres tú: "¡Oh, que miedo!¡¿Qué ha sido eso?!"

Brian metió el pie a fondo y el coche pegó un acelerón.

- Ten cuidado ¿quieres? No quiero morir esta noche.

¡TUPÚN!

- ¡Oye!¡¿Qué ha sido eso?! ¡Has atropellado a alguien!
- ¡Cállate zorra!

¡TUPÚN!

- ¡Para el coche! ¡IIIIIIIiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiihhhh! ¡Acabas de atropellar a un hombre!
- ¡Dios mio! ¡Oh, joder! ¡¡¡DIOS AYUDANOS!!!
- ¿Dios? ¡Pero serás capullo! ¡PARA EL COCHE!
- ¡No puedo! ¡Fíjate! ¡Son cientos! ¡Vienen a por nosotros!

En pocos segundos el coche estaba rodeado de apestosos cadáveres. Golpeaban los cristales con sus cabezas y sus miembros pegajosos.

-¡POR EL AMOR DE DIOS! ¡Se están comiendo al conductor! ¡Oh noooo! ¡Vamos a morir!

En ese momento, los muertos vivientes rompieron las ventanas y entraron en el coche. Brian y Stacy fueron salvajemente despedazados.

-¡STACY!- un grito subió por la escalera
- Brian ha venido a buscarte. Y está muy guapo.
- Dile que no me encuentro bien, mamá, no voy a ir.
-Pero hija. Llevas esperando este baile todo el curso.
-Ya lo sé, pero no quiero ir. Por favor dile que se vaya.
- Está bien. Pero se va a llevar un buen chasco.
-Créeme mami. No lo hago porque quiera. Es cuestión de vida o muerte.
-En fin, hija. Tu sabrás.

Su madre le dijo a Brian que Stacy estaba indispuesta. Stacy durmió tranquilamente y soñó con los angelitos. Si ella supiera lo que se perdía... Ponche, música y sexo. Y ¿porqué no? Zombis.

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