sábado, 13 de diciembre de 2008

Los padres saben mucho.

Caminaba una tarde fría y húmeda, pero soleada. La cabeza entre los hombros, las manos en los bolsillos, la mirada clavada en el suelo. A lo lejos la figura de mi padre. Atareado. A medida que se acercaba a él podía vislumbrar mi siguiente movimiento. Sabía que lo iba a hacer aunque no era algo propio de mí. Y ahí estaba él, a un metro, cincuenta centímetros, diez... Mis brazos se abrieron y las manos, antes en los bolsillos, rodearon su espalda. Cero centímetros. Olía a padre. A hombre mayor, y manso. Duro y sabio. Atrapado con mis brazos no pudo más que responderme, del mismo modo. Lo había hecho. Le había abrazado.

Cuando fui consciente de la situación me di cuenta porque no lo había hecho hasta entonces. No quería cargar ese peso sobre él, pero ya era demasiado tarde. Comencé a llorar y, una a una, pequeñas lágrimas saltaban de mis ojos a sus hombros. Corrían y reían libres. Se colgaban en su barba y se escondían, traviesas, en sus oídos y su pelo. Y en su cuello resbalaban.

Ya estaba hecho. Me separé de él. Mis lagrimas eran pastosas, pegajosas... unos hilos viscosos nos unían y colgaban en el espacio entre nosotros. Le miré a los ojos, y supe, que lo había entendido todo. Me marché cabizbaja. Lo había hecho.

Mi padre se quitó la chaqueta empapada e hizo un pequeño montón de palos y hojas. Encima colocó la chaqueta con mis lágrimas. Algunas de ellas todavía se movían, agonizando. Prendió fuego a la pira, que ardió rápidamente. Una columna compacta de humo amarillento subió hacia el cielo. Se pudo ver desde muy lejos. Mi tristeza se deshizo en una apestosa humareda y un golpe de viento se la llevó. Los habitantes del pueblo decían, murmurando, mientras se tapaban la nariz: "Ya está otra vez el del tejar quemando broza; ya está otra vez..."

Y es que los padres saben mucho, tienen remedios que nosotros nunca llegaremos a entender. Los padres tienen toda la sabiduría del universo. Para toda pregunta, un padre tiene una respuesta. Por eso les queremos tanto.

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